4.5.11

Como ganar dinero con una obra que no es tuya

A las “alucinantes” situaciones que la Ley de Propiedad Intelectual permite y propicia en España, que he comentado en varias entradas en esta bitácora, hay que añadir una más de la que se hace eco hoy el diario El País, que te permite ganar un pastizal con el trabajo de los demás.

Se trata de los trucos que utilizan algunos para embolsarse enormes cantidades de dinero, con el beneplácito de las sociedades de gestión que se llevan su porcentaje por ello, en concepto de propiedad intelectual de óperas que ya son de dominio público.

Este truco, que puede llevarte a ganar hasta 240.000 euros según el diario impreso, consiste en “limpiar” o “arreglar” la partitura original de Rossini, Mozart o el creador de turno y obligar a los teatros y organizadores a programar la “nueva versión” ya que no les ofrecen la posibilidad de conseguir el original. Esto, según Antonio Rojas de la SGAE, “es una queja recurrente, pero es el mismo caso que una adaptación de Shakespeare”.

Ya saben, como esto se hace con la obra de Shakespeare ¿por qué no hacerlo también con la de los músicos? Mal de muchos…

Sin entrar en valoraciones de quien es nadie para “limpiar” o “arreglar” a Rossini, Mozart o Shakespeare, o en valoraciones de si “limpiar” una partitura o quitar algún instrumento tiene el mismo “derecho” que componer la ópera completa, me parece “alucinante” que vengan alargando durante siglos los derechos de propiedad intelectual de obras que ya son de dominio público y que encima lo hagan para beneficio propio, aunque reconozco que mi capacidad de sorpresa ante burradas de este tipo ya se encuentra muy mermada.

No puedo obviar aquí, y para que estos “personajes” y el público en general entienda que realmente no todo es basura en esta profesión y que hay gente que de verdad ama la cultura y hacen su trabajo honestamente, que el Museo Canario, de la mano de las Asociaciones COSIMTE y PROMUSCAN y dirigido por los musicólogos Rosario Álvarez y Lothar Siemens, ha sacado adelante el proyecto RALS de recuperación del patrimonio musical de Canarias “limpiando”, “restaurando” y digitalizando obras de dominio público SIN ACTUALIZAR LOS DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL propiciando así su difusión entre la ciudadanía mediante más de 50 discos publicados ya, centenares de conciertos a sus espaldas y los fragmentos que justo en estos días han puesto a disposición de los internautas desde su pagina web www.elmuseocanario.com. Y eso que hablamos de una entidad que está pasando por gravísimas dificultades financieras como todos sabemos.

Yo, que estoy a favor del salario justo del creador y no de las largas rentas de intermediarios y herederos que dificultan la transmisión del conocimiento y la cultura entre la ciudadanía, se podrán imaginar como me indigna que además, aprovechando los resquicios de la Ley algunos desaprensivos se lucren con lo que ya, por derecho, es incuestionablemente de todos.

2 comentarios:

Enrique Mateu dijo...

Me mandaba por correo una consulta que copio aquí sin identificarla por razones obvias:

No lo entiendo, Enrique, salvo que todos participen del negocio.

Una obra de dominio publico lo es para todos, incluidas las editoriales que publican a muy buen precio partituras completas "urtext" de ópera y concierto. Con utlizar una de esas ediciones, tienes el problema resuelto sin mordidas de "arreglistas". Si pagas derechos de estos, o eres tonto o es que "trincas" un porciento.

Enrique Mateu dijo...

A este correo le contesté lo siguiente:

Pues según parece el sistema es algo así:

Las editoriales retiran la obra original y solo ponen en el mercado la obra "actualizada". El teatro (programador, festival, etc), al programar la obra se encuentra con la desagradable sorpresa de que tiene que pagar el 10% de la taquilla a SGAE (que como sabes en el caso de la ópera suele ser bastante dinero) por una obra de dominio público.

Es evidente que si la orquesta/director/cantantes tienen la partitura original no hay problema, pero si no la tienes en tus archivos se la tienes que pedir a la editorial y esta te manda la "versión". En este negocio el que "trinca" es la editorial y la sociedad de gestión. Piensa que no hablamos de una mordida de arreglista. Hablamos del 100% del 10% de la taquilla que cobra la editorial por un "supuesto" arreglo cuando no debía de generar ningún derecho.

El caso de Rals, como explico en el artículo, es un caso de buenas prácticas. Cada obra recuperada mantiene el dominio público (o el derecho correspondiente si no ha prescrito). Pero nadie se ha adjudicado el 100% del derecho de autor por digitalizar las partituras, que como sabes en algunos casos ha habido que restaurar porque faltaban notas, partes, etc.

Para finalizar pon esto en pasiva e imagínate que dentro de 150 años alguien ha logrado tener los originales de tu obra y decide "arreglarlos" para que cuando un artista quiera interpretar una obra tuya se vea en la obligación de comprarle/alquilarle a él la particella y encima tener que darle el 10% de la recaudación o el 10% del coste de producción si no cobras entrada por el concierto.