5.8.11

UNA GRABACIÓN ¿ES MÚSICA? Parte 2

Este texto es continuación de la entrada UNA GRABACIÓN¿ES MÚSICA?

El término legal para las grabaciones es "actuaciones fijadas" y así aparece en los contratos discográficos y bases de concursos y premios discográficos. Porque lo que hacemos al grabar es "fijar una actuación". Antiguamente fijábamos actuaciones y utilizábamos técnicas más o menos complejas con dos finalidades distintas; una para mejorar hasta el límite la perfección en la ejecución o interpretación de los diferentes pasajes (repetir y repetir hasta que salía exactamente como queríamos dejando esa y borrando todas las demás actuaciones); y la otra para conseguir sonoridades o interpretaciones imposibles de hacer en directo (doblar pistas de tal manera que un solo intérprete llegara a tocar variadas líneas o distintos instrumentos en la misma obra o manipulaciones del sonido mediante técnicas de laboratorio para crear texturas, timbres e interpretaciones "imposibles" de realizar en tiempo real). De esta forma se conseguía lo que Pierre Boulez llegó a denominar "objeto artístico". Era una obra de arte que solo se podía realizar en estudio.

Por otra parte el "fijar una actuación" requería de una tecnología muy cara, muy compleja y toda una serie de profesionales y empresas para este buen fin. Estudios de grabación, técnicos, discográficas, fábricas de soportes (vinilos, CDs, cassettes, DVD, etc), distribuidores, tiendas especializadas...

Pero hoy en día, cualquier diablura que se te ocurra en estudio se puede hacer en directo. Un solo intérprete puede tocar y controlar toda una orquesta él solo como el fantástico Pat Metheny y su orchestrion. Y cualquier proceso electrónico complejo ya se puede ejecutar en directo y valga como ejemplo el trabajo SPHERES del grupo #(928), del no menos maravilloso grupo (jejeje) que por cierto "fija sus actuaciones" en sentido estricto, grabando sus conciertos.



Y por otro lado para fijar una actuación ya no necesitas tanta infraestructura. Casi cualquier persona con un ordenador y un par de micrófonos puede realizarla en su casa sin mayor problema y subirla directamente a Jamendo, SoundCloud, MySpace, etc con coste cero.

A donde quiero yo llegar con todo esto es a insistir en que una fotografía de un paisaje no es el paisaje. Igual que una copia de una actuación no es la actuación. Tener una foto de un paisaje maravilloso es estupendo, sirve para disfrutar pero sobre todo sirve para hacerte una idea del sitio original, una publicidad, una promoción, un recuerdo. ¿Se puede hacer negocio con la foto? Poco negocio porque es muy fácil y barato hacer un clónico de la foto (copia digital del archivo). ¿Se puede hacer negocio con el paisaje original? Mucho más fácil porque puedes acotar el espacio dotándolo de infraestructuras (como hizo en Lanzarote el genial cesar Marrique con los CACT, Centros de Arte, Cultura y Turismo) siendo mucho más difícil hacer un clon porque cada paisaje es único e irrepetible y dotarlo de estas infraestructuras altamente costoso.

Entonces una grabación ¿es música?, Creo que no, al menos hoy en día y en sentido estricto. Las grabaciones son actuaciones fijadas. Es una simple foto, una copia, un recuerdo, una publicidad, una promoción del original; la actuación. ¿Y se puede hacer negocio ahora con ellas? Ya no parece razonable porque las grabaciones son fáciles de hacer, de clonar y muy baratas. Todo negocio tiene que tener en cuenta lo que en economía llaman "las barreras de entrada y las barreras de salida" y las barreras de entrada para un negocio hoy de fijación de actuaciones, copias y distribución son tan bajas que cualquier chico/chica menor de edad puede hacerlo en su casa (crea en el ordenador, copia archivos, crea un perfil en una red social y los sube como hace Bel Bee Bee con tan solo 15 años que hace música, arreglos, graba todos los instrumentos, canta, produce y hace el videoclip). Y puedes intentar subir artificialmente las barreras de entradas mediante medidas proteccionistas engatusando a la administración pública, pero cualquier economista te dirá que es más fácil que busques otro modelo de negocio con barreras más altas aplicando innovación a tu empresa o que te dediques a otra cosa directamente.

¿Y es esto una situación grave que acabará con la buena música? Es una situación grave para los intermediarios del negocio de las actuaciones fijadas que no sean capaces aplicar dicha innovación buscando nuevos modelos de negocio, pero no para los músicos y los usuarios. Analizando la evolución de los contenidos en los últimos cuarenta años de las tiendas de discos parece que el responsable de la falta de calidad en la música ha sido precisamente la industria discográfica en su ansia por ganar dinero y preocupándose más por la vertiente del ocio que por la de la cultura. Pan para hoy y hambre para mañana. Y el mañana ya ha llegado.

En mi opinión esta nueva situación lo que está produciendo es una proliferación de músicas en todo el mundo (buenas y malas) y un consumo de estas como nunca antes en toda la historia de la humanidad.

10 comentarios:

Enrique Mateu dijo...

No he comentado nada sobre las barreras de salida del negocio de las actuaciones fijadas porque no es sustancial a la finalidad misma de la entrada, pero tal vez merezca una consideración como comentario.

Las barreras de salida del negocio discográfico eran altísimas porque abandonar la infraestructura física (bienes inmuebles y equipamientos) y la humana (personal técnico, administrativo, de marketing, ventas, etc) tenían un altísimo coste.

Es normal que toda la cadena de valor que ha sido sustentada durante medio siglo por ese modelo de negocio de actuaciones fijadas haga hasta lo imposible por no perder su inversión en unos casos y su trabajo en otros (y encima indemnizar a los trabajadores). No debemos de olvidar que muchas de estas empresas son multinacionales, con miles de inversores en medio mundo, y que sus acciones cotizan en bolsa.

Y de la noche a la mañana, casi sin darse cuenta, pasaron de tener un fenomenal negocio que daba muchos beneficios, con unas barreras de entrada altísimas y también de salida (así nadie podía entrar fácilmente en el negocio y posicionarse para hacerles competencia gracias a esas barreras), y si alguien aun así osaba hacerlo, como una independiente, y si lograba crecer demasiado simplemente la compraban y punto... pues pasaron a tener un negocio con un modelo con barreras de entrada y salida bajísimas que absolutamente cualquier chaval podía iniciar y probar fortuna.

Anónimo dijo...

Si la actuación pasa por una mesa y es amplificada, la única diferencia entre en vivo y grabado consiste en abrir o cerrar los ojos. Y no creo que el concepto "visual" vaya a resultar, a estas alturas, algo determinante para catalogar la música. O igual estoy equivocado y es que al público lo que le pone es ver a los músicos y no escucharlos, con lo que la discusión sería otra muy distinta.
Si la música es acústica todavía podríamos debatir sobre posibles diferencias, aunque una buena grabación junto al experimento de apagar todas las luces puede volver a ser definitivo.
Salud

Enrique Mateu dijo...

Anónimo, jamás ha sido igual un directo a su grabación. Yo he estado como público en la grabación de algún CD en directo y también como músico. Nada que ver. En directo se produce una relación entre emisor y receptor que el soporte, la grabación, impide, rompe. Y si alguna vez has tenido ocasión de escuchar tocar a un gran músico estando justo al lado suyo, ya ni te cuento.

Cada vez que un músico interpreta una obra esta es distinta. Cada vez que pones un CD es exactamente igual (actuación FIJADA). Y cien mil copias que hagas, cien mil iguales tendrás. Pero cien mil conciertos serán distintos cada uno. Tendrán su propia personalidad. Puede que alguno genial y otro catastrófico. Esa es la gracia. Esa es la magia de la música en vivo. Y así ha sido durante siglos. Y así seguirá siendo.

Anónimo dijo...

Primero: Sí, si he tenido ocasión de escuchar tocar a un gran músico cerca: Todos los días cuando me siento al piano.

Segundo: yo escucho con el oído, parece que tú lo haces con el tercer ojo. Ya nos explicarás al resto de los mortales cómo se consigue semejante habilidad.

Tercero: Si cada vez que se interpreta una obra, se graba, tendrás miles de grabaciones de esas miles de interpretaciones distintas y si te ponen en un escenario sin público y a oscuras y te insertan una actuación real entre las grabadas, ni tú ni NADIE será capaz de diferenciarlas. (Hablo por supuesto de música y escucha amplificadas).

Cuarto: He comprobado que hasta el músico más purista cuando hace una grabación y tiene posibilidad de corregir un error sucumbe a la tentación. Por algo será....
Salud

Enrique Mateu dijo...

Anónimo conocido, es increíble como en solo cuatro puntos no aciertas ni una.

1.- El que es grande de verdad no lo dice y si lo dice es porque en realidad es chico. Dime de que presumes y te diré de que careces.

2.- El problema es oír la música (con los oídos como dices tú) en vez de sentirla utilizando todo tu cuerpo y tu mente. Así creo que te pierdes lo verdaderamente importante.

3.- La mayoría de los músicos profesionales son capaces de diferenciar una grabación de un directo igual que un restaurador diferencia una gamba congelada de una fresca.

4.- Los músicos más puristas se han negado a grabar ninguna de sus interpretaciones como es el caso de Sergiu Celebidache y como ejemplo de puristas que graban en directo sin retocar ni una sola nota te pongo a La Mundial de Defunkid.

Anónimo dijo...

Vaya bofetada más elegante para el anónimo engreído jajaja

Enrique Mateu dijo...

Manolo García explica muy bien lo que ocurre cuando se interpreta música en directo en este interesante capítulo de redes http://www.rtve.es/alacarta/videos/redes/redes-20-musica-emociones-neurociencia/1219053/

Anónimo dijo...

Hacía tiempo tiempo que no pasaba por aquí y no había leído las respuestas a mis cuatro puntos. La verdad, lo primero que me sorprende es que no tengas capacidad para entender que mi primera frase es una coña, (aparte de que todos los músicos creemos que somos los más grandes y el que diga lo contrario es un embustero), así que las frases ampulosas déjalas para otro medio, éste no es el sitio.
Sobre lo siguiente que apuntas, más de lo mismo, ya te lo he dicho y te lo repito, la música se escucha con los oídos, se analiza y estructura con la cabeza y repercute en músculos, recuerdos, sentimientos,… pero de momento como observarás sigo excluyendo a la vista. Y la vista tiene mucha importancia en esta discusión pues es el único sentido capaz de diferenciar un directo de una grabación. No me cuentes películas, no hay nadie, ni músico ni ingeniero de sonido, capaz de distinguir sentado en un estudio, si lo que suena por los altavoces es directo o es la toma de hace tres minutos, a menos que abra los ojos y mire tras el cristal a ver si hay alguien tocando. Y no hay nadie por que el resultado sonoro es exactamente el mismo. De eso estoy hablando, a partir de ahí cada uno que saque sus propias conclusiones.
En cuanto al asunto Celibidache, te acompaño una entrada de Foroclásico para ilustrarte sobre el tema y aclarar algunos conceptos que tienes sobre ello y que me temo que son erróneos.
Un saludo del anónimo conocido

"El problema que Celibidache tenía con sus grabaciones no era más que un falso tópico que ha acompañado siempre al director rumano, contribuyendo a crear una imagen que, ciertamente, él mismo se afanó toda su vida en difundir.
La aversión de Celibidache por las grabaciones no era tal. Desde que se frustraran sus opciones para ser titular de la Orquesta Filarmónica de Berlín, Celibidache se convirtió en un maestro itinerante por Iberoamérica y por Europa, con una marcada tendencia a dirigir orquestas de Radio: la Radio de Berlín, las de la RAI de Turín, Milán, Roma, Nápoles, Bolonia y Florencia, la Orquesta de la ORTF de París, la Radio de Stuttgart, la Radio de Suecia, la NHK de Tokio..., de modo que la mayoría de sus conciertos quedaron registrados en los archivos de las emisoras de Radio.
Incluso cuando en 1979 Celibidache fue elegido "Generalmusikdirektor" y titular de la Orquesta Filarmónica de Múnich, absolutamente todos sus conciertos fueron grabados por la Radio bávara por triplicado: una grabación por cada concierto de abono. De ahí que, por ejemplo, en las ediciones comercializadas por "EMI" con las grabaciones de Múnich, cada disco incluyese tomas de diversos conciertos. No falta a la verdad la discográfica cuando dice que son grabaciones "en vivo"; lo son, pero mezclando tomas diversas de conciertos distintos.
Probablemente, Celibidache habrá sido uno de los directores más grabados de la historia y me parece poco creíble afirmar que él estaba a favor de que se grabasen sus conciertos, pero en contra de su difusión en disco."

Enrique Mateu dijo...

La Music Defense League fue una organización creada por la Federación Americana de Músicos. En 1930 lanzaron una campaña para combatir lo inevitable: el sonido grabado en las películas. Lo llamaban "música enlatada" (canned music).

http://www.hispasonic.com/reportajes/ataque-musica-enlatada/31601

Enrique Mateu dijo...

Yo creo que hay diferencias notables entre una grabación de directo, una grabación de estudio y un directo real (que nada tiene que ver con el ejemplo que anónimo pone de una toma en estudio).

La relación con la audiencia es determinante en el resultado final. Y no es lo mismo cuando grabas con claqueta, cada uno por separado, pinchando, doblando y diversas técnicas de grabación que cuando te subes a un escenario.

Puede que yo note estas diferencias por haber grabado tanto... Pero yo creo que son evidentes.

Respecto a Celebidache agradecerte la info, pero la conozco de primera mano ya que el maestro estuvo en el Festival de Música de Canarias y, obviamente, se grabó clandestinamente como hacen todos los teatros... Pero una cosa es eso y otra que el maestro se metiera en un estudio de grabación y publicara un disco firmado por él.