10.3.06

TRIOLOGÍA SOCIEDADES DE GESTIÓN: ¿ES EL DERECHO DE AUTOR EL SALARIO DEL AUTOR?

Algunos autores copyright defienden las tesis orquestadas por sociedades de gestión afirmando que el derecho de autor es el salario del autor.

Como eslogan publicitario es magnífico… si no fuera porque no es verdad.

Salario viene del latín, salarĭum, de sal. Antiguamente se pagaba al trabajador con sal, bien muy preciado y con alto valor comercial. No ya solo porque sazonaba los alimentos sino porque la sal era el mejor conservante que se disponía en el pasado.

El salario, hoy, se abona en dinero y se utiliza como paga o remuneración regular por un trabajo determinado y continuado.

Lo que ellos defienden es, en mi modesta opinión, una renta. Del latín reddĭta. Beneficio que rinde anualmente algo, o lo que de ello se cobra. Ellos defienden que el autor realice un trabajo que vaya generando una renta hasta 50 o 75 años después de la muerte del mismo. Compones una canción de éxito como el cumpleaños feliz y vives de la renta. Digamos que la editorial, la discográfica, el representante y la sociedad de gestión también podrán vivir de esa misma renta, claro está.

Por el contrario los que defendemos el copyleft pensamos que por nuestro trabajo se nos debe pagar un salario como a cualquier trabajador. Si un cantante, si una orquesta o una discográfica quiere interpretar una canción nuestra que nos pague un salario por componérsela. Si una cadena de televisión quiere que trabajemos para ellos creando cabeceras que nos pague un salario por crearlas. Las posibilidades son muchas y es imposible aquí explicar todo el modelo de negocio. Pero los creadores copyleft queremos salarios y no rentas como los autores copyright.

Así que, para que quede bien claro:

El derecho de autor no es el salario del autor, es la renta del autor, de la editorial, de la discográfica, de las sociedades de gestión y puede que hasta del representante. El salario es lo que pedimos los creadores copyleft como el resto de los trabajadores.

Por la regulación de un convenio laboral justo para los creadores. No al monopolio en la creación. No a la renta, sí al salario.

TRIOLOGÍA SOCIEDADES DE GESTIÓN: GESTIÓN COLECTIVA OBLIGATORIA

Se entiende por Gestión Colectiva al ejercicio del derecho de autor y los derechos conexos por intermedio de organizaciones que actúan en representación de los titulares de derechos, en defensa de sus intereses.

Bufff. Más clarito; un organismo se encarga de recaudar el dinero de los autores, intérpretes, ejecutantes y productores en nombre de todos ellos para distribuirlos luego entre los mismos.

Este sistema se basa en que el músico se da de alta en una Sociedad de Gestión, registra su trabajo en la misma, y dicha organización recauda de bares, hoteles, autobuses, cines, discotecas, teatros, auditorios, radios, televisones, estadios, fiestas, discográficas, canon de los Cds vírgenes, ADSL, discos duros, PDAs y todo aquello que hayan conseguido que las leyes incluyan, una cantidad de dinero (basada en unas tablas y porcentajes que han establecido) y posteriormente esa Sociedad de Gestión le entrega el dinero al músico “en función de la utilización que se haya hecho de su obra” (lo pongo entre comillas porque la cosa es para ponerla entre comillas).

Bien, ya sabemos lo que es la Gestión Colectiva en teoría. Pero despleguemos una hipótesis; imaginemos por un momento que a un creador le apetezca montar una web para vender su música directamente sin intermediarios... ¡NO PUEDE!

La razón es que la Gestión Colectiva es O-BLI-GA-TO-RIA en España. Parece ser que yo, como creador, no puedo cobrar directamente por mi trabajo. Tengo que, sin ninguna excusa posible, darme de alta en una Sociedad de Gestión y que esta cobre en mi nombre y esperar a que me pague con el considerable retraso, los descuentos por gestión, los descuentos por lucha contra la piratería, las retenciones del IRPF...

¿Se imaginan ustedes que los taxistas, los médicos, los abogados, los electricistas, los fontaneros, los fotógrafos, los diseñadores, los programadores, los farmacéuticos, los peones, los contables, los dependientes y todo el resto de profesionales tuvieran que, O-BLI-GA-TO-RIA-MEN-TE, estar dados de alta en un organismo intermedio que se encargara de cobrar en nombre de él, decidiendo cuanto y que debe cobrar o no, y remunerándole en función de unos “estudios estadísticos” y no en función del número de horas reales de trabajo y de la negociación de su convenio y unos cuantos meses o años después de finalizado su trabajo...?

¿A que no parece razonable? ¡Desde luego a mí no me lo parece!

Pues a los que dicen defender los intereses de los creadores les parece este sistema estupendo porque fueron ellos precisamente los que lo solicitaron no hace mucho (y lo consiguieron implantar).

¿Les suena de algo la palabra MONOPOLIO?

Por la regulación de un convenio laboral justo para los creadores. No al monopolio en la creación. No a la renta, sí al salario.

TRIOLOGÍA SOCIEDADES DE GESTIÓN: EL REPARTO

Las Sociedades de Gestión son los organismos intermedios que cobran el dinero de los autores, intérpretes, ejecutantes y productores en nombre de todos ellos para distribuirlos entre los mismos.

Gracias a la Gestión Colectiva obligatoria, en España solo pueden recaudar ellos por concepto de derecho de autor. Nunca un creador puede cobrar un salario por ese mismo concepto de forma directa.

Pero una vez que la Sociedad de Gestión ha recaudado de bares, hoteles, autobuses, cines, discotecas, teatros, auditorios, radios, televisones, estadios, fiestas, discográficas, de los Cds vírgenes, PDAs, etc ¿como lo reparten?

¿Como puede saber una Sociedad de Gestión el trabajo de que creador se está utilizando en cada momento en todos y cada uno de los bares de toda España para entregarle su parte?

¿Como puede saber una Sociedad de Gestión el trabajo de que creador se está utilizando en cada momento en todas y cada una de las habitaciones de todos los hoteles de toda España para entregarle su parte?

¿Como puede saber una Sociedad de Gestión el trabajo de que creador se está utilizando en cada momento en todos y cada uno de los autobuses de todas las líneas de transporte público de toda España para entregarle su parte?

¿Como puede saber una Sociedad de Gestión el trabajo de que creador se está utilizando en cada momento en todas y cada una de las discotecas de todos los pueblos de toda España para entregarle su parte?

¿Como puede saber una Sociedad de Gestión el trabajo de que creador se está utilizando en cada CD virgen que quema cada habitante de toda España para entregarle su parte?

¿Como puede saber una Sociedad de Gestión el trabajo de que creador se está utilizando en cada bit del disco duro de una PDA para entregarle su parte?

Según parece por las últimas sentencias, no pueden demostrar ni si quiera que el repertorio utilizado en estos sitios sean de sus asociados o de creadores bajo licencias copyleft.

Los demandados declaran que para cobrar si son eficientes y expeditivos. Ya sea una función benéfica de deficientes o una asociación que utilice música Copyleft, la sociedad de gestión está ahí para recaudar. Luego vienen las demandas y lo que resuelvan los tribunales.

¿Pero para constatar las músicas que se utilizan para poder repartir de manera razonable son eficientes y expeditivos?

Hace solo unos días, en mi último concierto, alguien me dijo que estaban los de una conocida sociedad de gestión en la puerta preguntando al portero si sabía lo que se iba a interpretar ese día y se fueron sin saberlo. Parece ser que no era eso lo primordial y que se conformó con saber la taquilla que se había hecho. Esto me lleva ocurriendo toda la vida.

Por la regulación de un convenio laboral justo para los creadores. No al monopolio en la creación. No a la renta, sí al salario.

9.3.06

VÍCTOR MANUEL CON HACHE

Anoche respondía Víctor Manuel a la cuestión que le planteaba una persona de la calle. Era en el programa de la genial Eva Hache y le preguntaron como llevaba ser comunista y estar forrado de pasta. Explicó que su trabajo consistía en grabar discos que se ponían a la venta y quien quería los compraba o no los compraba, libremente. También daban conciertos cuyas entradas la gente las compraban o no libremente.

Lo que Víctor Manuel no dijo es que también recibe una cantidad del dinero que O-BLI-GA-TO-RIA-MEN-TE tenemos que pagar todos los que compramos CDs y DVDs vírgenes mediante el famoso canon que defiende en una carta suya hecha pública. Tampoco dijo que con la nueva Ley de Propiedad Intelectual nos van a O-BLI-GAR a pagarle un dinerillo más por adquirir un móvil, una PDA o un disco duro.

Y no es que esos dineros, El Mundo dice que 36 millones y Symantec dice que 70 millones de euros, se repartan entre los autores más necesitados. No. Se reparten entre los autores que más ganan. Y él, como tal, recibe una parte.

Sin comentarios.

8.3.06

¿ES LA SGAE LA SOCIEDAD DE TODOS LOS CREADORES?

La Sociedad General de Autores y Editores, al defender sus políticas de cánones y campañas antipiratería, dicen defender los intereses de los autores.

Y me pregunto yo ¿de todos los autores? ¿Yo incluido?

Yo me di de alta en la SGAE incluso antes de iniciar mi carrera profesional. Era estudiante de música y creía que la manera de proteger mi obra era dándola de alta en mencionada sociedad de gestión. Craso error. Quien realmente me protege es el Registro de la Propiedad Intelectual y no ellos.

Pero ahora me encuentro en un grave dilema; no quiero que ninguna sociedad de gestión gestione mi obra. Quiero que mi obra sea Copyleft. Pero tampoco quiero que hablen en mi nombre ¿Cómo hacerlo?

Si por un lado la SGAE se empeña en representar a “todos los creadores” entonces como creador debería seguir siendo socio y participar en asambleas y reuniones para con mi voto intentar cambiar las cosas que no me gustan. Pero ¿cómo hacerlo si no me dan el voto? Desde hace unos años solo pueden tener voto los que ganan una considerable cantidad de dinero por derecho de autor.

Al dejar de tener ingresos por concepto de derechos de autor (porque mi obra ahora es Copyleft y los ingresos los percibo por otros conceptos como conciertos, encargos, sincronización, talleres, clases, etc) no tengo voto ya que esta sociedad cambió sus Estatutos para que solo pudieran votar una pequeña elite inferior, según parece, al 5% de sus asociados y con tantos votos en función del dinero que ganaran. Un original sistema democrático que pone en manos de unos pocos privilegiados el poder total de la sociedad. Una nueva relectura de la Ágora Griega.

Por otro lado si yo no estoy de acuerdo ni con sus ideas ni con su metodología lo razonable sería salir del todo de la sociedad… pero mi contrato firmado en mi juventud parece ser que no me deja irme alegremente como si nada hubiera ocurrido. Hay que cumplir unos plazos y unos requisitos de resabiado jurista.

Por si fuera poco la Gestión Colectiva da derecho a la SGAE (según su aparente criterio) a cobrar dinero en nombre de todos los autores nacionales e internacionales gracias a sus contratos suscritos, incluido yo mismo esté o no esté en la sociedad, para luego repartirlo ¿Pero como repartir mi obra que no quiero que genere derechos de autor ya que yo percibo los ingresos de otra manera tal y como he explicado? ¿Quién se queda ese dinero de mi obra?

Ya hay tres sentencias en contra de SGAE que por lo visto reconocen que cuando se utiliza música copyleft la SGAE no puede recaudar. Pero son cientos, miles de sitios en los que ya aparece alguna obra copyleft. Y dentro de poco serán millones ¿Tienen todos que demandar a la SGAE para que no tengan que pagar por utilizar obra copyleft?

No es baladí la cuestión. O deja la SGAE de hablar y cobrar en mi nombre o no puedo irme. Pero tampoco puedo estar dentro y ser creador copyleft.

¿Es esta la libertad de asociación?

ENTREVISTA CARMEN CALVO

Anoche entrevistó Buenafuente a Carmen Calvo ¡Lo que daría yo por poder tener media hora de charla sosegada con la Ministra de Cultura! No se porqué me da que solo necesita un empujón para entender todo el circo que le han montado. Es más, juraría que algo sospecha pero no sabe como desmontar la jugada.

¿Creen ustedes que le ha llegado algún dato de la disidencia?

7.3.06

NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA

Decía John Lennon que la vida es lo que ocurre mientras estamos ocupados haciendo planes. Y bien saben los Dioses que esta frase la tengo siempre muy presente en mi vida cotidiana.

Tantas veces me han ocurrido cosas distintas a las que tenía planeado que por eso mismo suelo mantenerme bastante tranquilo ante posibles situaciones difíciles ya que nunca sabes lo que terminará ocurriendo. Esto no quiere decir que me haya hecho un pasota y que nunca prepare nada. ¡Que va! Soy de los que preparo todo minuciosamente… pero sonrío cada vez que la vida me gasta una broma y me lo pone todo al revés de lo planeado poniéndome en la tesitura de tener que improvisar.

Por si fuera poco, tengo pruebas fehacientes de que nada de lo que te ocurre es obligatoriamente lo que parece a simple vista. Son muchas las veces que me han ocurrido “putadas” (hablando mal y claro) que con el tiempo se han tornado en situaciones maravillosas que me han llevado a escenarios y a estadios muy superiores.

El pasado domingo internaba a mi hijo mayor para una larga operación de corazón. El Lunes despertaron a mi hijo a las seis y media para tomarle la temperatura, la tensión y ponerle una crema anestésica en las manos para que al ponerle las vías no le doliera. Me dijo que le apetecía mucho operarse. Eran las ocho y media de la mañana y ya estaba preparado el quirófano, todo el equipo y esperábamos solo el traslado cuando nos informan que la doctora que tenía que operar se puso enferma y se canceló la intervención.

Horas después estaba dando un magnífico paseo en compañía de mi hijo por el paseo de la playa de Las Canteras, bajo una suave brisa y un cálido sol primaveral prematuro.

2.3.06

UNA APUESTA POR EL CANON

Acaba de publicarse una carta del compositor y cantante Víctor Manuel que titula “Una apuesta por la cultura” y que firman 40 autores.

En un primer momento podría parecer que lo que va hacer este conocido artista popular con su misiva es pedir el apoyo solidario contra la difícil situación a la que se han venido enfrentando sistemáticamente los creadores comprometidos seriamente con el hecho cultural. No solo creadores, también editores, programadores, salas, gestores y todos aquellos que apuestan por la cultura en letras mayúsculas. Y hablamos de cultura y no de comercio ni de industria.

Pero no. Lo que pide en su artículo es que se les pague un dinero por todos los CDs y DVDs vírgenes que se fabriquen, tanto se terminen utilizando para grabar la músicas que yo mismo componga bajo licencia copyleft, como si los utilizo para hacer los backups de mis trabajos, o como si los utilizo para las copias de seguridad de mis archivos. Esta cifra que pide y que él considera “irrelevante proporcionalmente” según publicó El Mundo asciende a 36 millones de euros por año.

El cantante advierte que “el derecho de autor es nuestro salario y no vamos a renunciar a él”. Aunque no comparto como creador su criterio, me parece lícito que él decida libremente ese sistema de remuneración compensatoria para su trabajo de autor. Pero no me parece razonable que obligue a que se le pague ninguna cantidad de dinero, ni irrelevante ni relevante, cada vez que yo compongo una obra cultural copyleft y decido grabarla en un CD virgen para mostrarla o para vendérsela a un cliente. ¿Qué forma es esta de entender el apoyo a la cultura?

Para finalizar afirma que “un país que quiere hacer una apuesta por la cultura, deberá seguir apoyando a los autores. Estamos ante una oportunidad histórica para reafirmar ese envite por la creación y el patrimonio cultural.”

O sea ¿debemos entender que apostar por la cultura es permitirles recaudar un dineral con el famoso canon para repartirlo entre los autores más vendidos?

Pues, modestamente, mi criterio de apuesta por la cultura dista muchísimo de este modelo que nos propone.

ENTREVISTA EN ArTistasWeB

- Me parece que si tuviera que presentarte en público sonaría a aquellas interminables de José Luís Moreno. Tienes un buen currículo musical ¿Cómo empezaste? y que te animó a continuar.

Yo creo que la música me eligió a mí en vez de al revés como cabría esperar. Dicen mis padres que desde muy chiquitito lo único que me dejaba inmóvil y en trance era la música (y aquella vez que por equivocación me bebí un Gin Tonic creyendo que era un vaso de agua).

Anécdotas aparte, empecé a estudiar con siete años y ya no lo pude dejar (me refiero a la música, el Gin Tonic lo logré superar). Viajé mucho, estuve en muchas escuelas europeas y trabajé diferentes estilos que marcaron mi personalidad. Tuve mucha suerte al acceder a una sólida formación musical. Es algo que siempre he agradecido a mis padres. La educación es la mejor herencia que me pudieron dar.

Así que solo puedo aconsejar a los jóvenes que estudien todo lo que puedan y a los padres que la mejor inversión es la educación de sus hijos. - Uno de tus trabajos está dedicado a los niños ¿Qué te impulsó a hacerlo? ¿Qué trabas te encontraste? Básicamente porque parece que cualquier cosa relacionada con el altruismo es concebida por la SGAE como presa donde hincar el diente del canon.

Después del éxito obtenido con el disco ARTENARA decidí hacer un concierto benéfico y publicar un pack con un CD y un Vídeo grabados en directo. Quería devolver mi buena suerte a la sociedad. Y que mejor manera que ayudando a los niños más desfavorecidos, a nuestro futuro. Era el décimo aniversario de la firma de los derechos del niño y me pareció una buena idea trabajar con UNICEF, una ONG con muchísimos años de solera y buen hacer.

La SGAE, hasta donde yo se, siempre ha cobrado de los actos benéficos. Recuerdo también cuando organizamos un concierto benéfico por la muerte del joven músico canario Pepe Torres, para recaudar fondos para su viuda y su hija pequeña, y aunque pedimos expresamente a la SGAE que liberara el 10% de la taquilla para dárselo a la viuda no quiso. No me parece afortunada esta política.

- Tu website dispone de tienda para adquirir tus discos, pero a la vez descargarlos en mp3 ¿Por qué? ¿No se supone que estando al alcance gratuito nadie lo compra? ¿Disponéis también de ejemplares distribuidos o es la única vía de ventas?

Siempre hay gente que quiere y querrá tener el disco. Es como el vinilo que yo pensé en su momento que con la irrupción del CD moriría y ya ves que sigue coleando. Todavía hay quien me pide mi primer vinilo y se lo puedo vender porque me quedan. Así que como mis CDs ya no se encuentran en las tiendas (a las tiendas ya solo les interesa tener productos que roten mucho, productos de venta masiva) doy ese servicio desde mi web. Yo soy el propietario de todos mis discos y lo puedo hacer. En este sentido siempre he logrado firmar buenos contratos discográficos (gracias a ser mi propio productor y haber dado con buena gente en las discográficas) y he podido recuperar la propiedad de mi obra (cosa poco habitual).

Pero realmente a fecha de hoy no me parece muy interesante vender música grabada. Entiendo la grabación más como una especie de folleto de mi trabajo, una publicidad de lo que hago. Y vender folletos no es me parece apropiado. En mi blog ya he hablado bastante al respecto. Todo parte de sentir que mi trabajo es “hacer música” y no “vender música enlatada”.

Por otro lado la venta de discos nunca ha sido un gran negocio para los músicos. Del precio de venta al público nos venía a quedar un 1% para los músicos (depende de la cantidad de músicos que formen la banda), lo demás se va quedando en esas manos que dicen defender nuestros derechos. Un único concierto te reporta el mismo dinero que decenas de miles de discos vendidos. En el caso de las mega-estrellas rutilantes del Pop mundial, con esos cachet multimillonarios, para ganar lo mismo vendiendo discos que dando un concierto tendrían que vender cientos de miles de unidades. Entonces ¿para que tanto jaleo?

Los discos se hacían realmente para promocionarte y conseguir conciertos. Siempre fue así. Pero ahora con Internet ¿quién necesita vender discos para promocionarse? ¿No resulta más rentable colgar tu trabajo en tu web bajo licencia copyleft y permitir la copia para uso privado, por ejemplo?

Y por si fuera poco, este sistema de la industria discográfica nos ha llevado a un escenario actual que me disgusta profundamente. Una proliferación excesiva de música banal, de consumo, de usar y tirar, falta de continente y contenido. Un todo vale por ganar dinero. Un mercado cerrado en el que los importantes son los intermediarios y el marketing, y el artista es ese “colgado engreído” al que no hay que hacer mucho caso y una vez que ya no sirva para ganar dinero “se prescinde de sus servicios”.

Que conste que dentro del sistema me he encontrado gente estupenda, pero es el propio sistema el que falla, el que degenera, aunque como digo hay gente guapa.

Reconozco que de joven me creí este absurdo circo. Era la única vía por aquel entonces. Pero la escena ha cambiado. Ahora defiendo otro modelo totalmente distinto que ha nacido con las Nuevas Tecnologías y la Sociedad de la Información. Un modelo, en mi modesta opinión, más justo, más razonable, más solidario, más sostenible; la creación copyleft, tanto para el arte como para la ciencia. Ahora creo a pies juntillas que ni la cultura, ni la ciencia, deben estar en manos de unos pocos privilegiados que deciden que comercializar y que mantener guardado en sus cajones según su propia conveniencia económica. Además ya conozco sus gustos musicales y lo que hacen, por ejemplo, con las vacunas para el Sida. No puedo estar de acuerdo.

- He de reconocer que no había tenido el placer de escuchar tus temas, aunque me suena alguno de ellos y tienes de adepto a uno más desde ¡ya!. ¿Cómo definirías el estilo?: Relajación, instrumental, ...

Puede que te suenen porque algunos han sido utilizados como cabeceras de programas de radio o televisión y han sonado algo en programas de radio de músicas alternativas. Pero mi trabajo es bastante discreto. En radio fórmula solo pusieron las producciones que hice con Paco Trinidad a finales de los ochenta, en la época dorada de la Movida. Pero yo solo era un contratado, uno más entre bastidores. Abandoné esa historia que no me llenaba y volví a mi tierra para poder hacer mi propia música.

Yo soy un creador ecléctico, bastante difícil de seguir, lo reconozco. Para mí la música es la alquimia entre el sonido total (el ruido blanco) y el silencio. Así que casi todo me vale. Solo me interesa intentar descubrir nuevos discursos sonoros y por eso hago tantas cosas distintas. Trabajo desde melodías muy simples y preciosistas hasta clusters donde priman las tímbricas y las texturas sonoras. Se que soy un creador complejo de definir pero… ¿por qué esa manía de encasillar a la gente?

Solo deseo abrir puertas a nuevos universos sonoros. En la mayoría de los casos no son muy nuevos porque siempre nos basamos en lo que han hecho nuestros antecesores para generar nuestro propio discurso. La creación lleva implícita un cierto plagiarismo involuntario. Dicen que hasta Dios nos hizo a su imagen y semejanza. No lo se porque de estas cosas no entiendo, pero resulta significativa esta creencia milenaria.

- ¿Que opinas de las nuevas licencias que quiere conceder SGAE para autores noveles?, Te lo pregunto desde la perspectiva de que en el momento en que firmen esa licencia supuestamente copyleft la SGAE cobrará a cualquier establecimiento que ponga la música de ese autor y también el 10% de taquilla sobre cualquier concierto de ese grupo/autor lo cual es contrario al espíritu Copyleft... ¿Se les puede exigir que muestren esos contratos en público?

Me parecen un contrasentido. El copyleft y las sociedades de gestión son antagónicos. Puede que solo sea una estrategia de las sociedades de gestión para intentar captar a los jóvenes creadores nacidos ya en otro modelo y que no les interesa ni su discurso copyright ni su metodología criticada hasta en programas de humor.

Algún notable miembro de SGAE ha declarado en prensa que no cree que este modelo que han diseñado tenga éxito (lo cual, como estrategia, me parece sorprendente). Yo tampoco.

El movimiento copyleft es otra cosa muy distinta. Creo que abismalmente distinta. Partimos, al menos en mi caso, de la idea de que como creador el modelo arcaico ya no sirve por cuatro razones; ni pueden recaudar ni repartir el dinero de forma razonable; ni es admisible el monopolio de la música en pleno siglo XXI; ni queremos que nadie ajeno al acto compositivo se lucre de nuestro trabajo hasta 50 años después de nuestra muerte; y, lo más importante, como creadores queremos que nuestra obra se difunda en igualdad de oportunidades entre todas las personas para su uso y disfrute y poder así ejercer nuestra profesión de manera más ventajosa y acorde con los tiempos que corren.

Sus licencias entiendo que no tienen nada que ver con estas líneas que he planteado. Son incluso casi todo lo contrario. El mismo perro con distinto collar, dicho esto sin ninguna intención peyorativa.

- No te pregunto sobre si para ti la música es negocio, hobby o ambas cosas, porque me parece que se la respuesta, pero ¿Tanto amas la música? ¿No tienes miedo de -un día- ofuscarte por algo y perderla?

Durante una buena etapa de mi vida la música fue mi epicentro total. Todo giraba a su alrededor. Pero con 25 años me detectaron una hernia discal producida por un problema postural al estar estudiando tantas horas con la guitarra y me mandaron dejarla o terminaría en silla de ruedas. Aquella fue una magnífica ocasión para darme cuenta de dos cosas; que tenía que cambiar mi actitud ante la vida y que no debía creerme lo que me dijeran los médicos sin consultar otra opinión. No hay mal que por bien no venga.

Es evidente que ni dejé la guitarra y que tampoco terminé en una silla de ruedas.

Cuando se pregunta a alguien ¿tú que eres? La gente suele decir; médico, funcionario, electricista, futbolista, músico, etcétera. Confundimos nuestro trabajo con nuestra esencia.

Pues gracias a mi hernia de disco (siendo músico era lógico que fuera de disco y la lesión también preconizaba el problema que se le avecinaba a la industria discográfica) aprendí que una cosa es lo que eres y otra muy distinta a lo que te dedicas o lo que más te gusta y quieres en el mundo. Me explico:

- Yo no “soy” músico. Yo hago música que además es mi profesión.
- Yo no “soy” mis hijos. Yo quiero a mis hijos por encima de mi propia vida.

No puedo saber exactamente lo que soy. Pero sí tengo una idea muy clara de lo que me gustaría llegar a ser. Me gustaría llegar a ser una buena persona, con lo que esto conlleva; ser buen padre, ser buen hijo, ser buen amigo, ser buen compañero, ser buen vecino, ser buen profesional, etc. Pero es muy difícil y estoy en ello. Tengo muy buenos ejemplos cerca de mí en los que me fijo para aprender cada día un poquito, para crecer y mejorar. Aunque también me ayudan los que no lo son tanto ya que me enseñan a intentar no ser iguales que ellos. Pero como digo, es un trabajo difícil y diario.

Siempre he trabajado en el mundo de la música. Pero si tuviera que dejarla solo derramaría unas pocas lágrimas y pondría manos a la obra a una nueva oportunidad que me brindara la vida. Lo se muy positivamente porque alguna vez he tenido que pasar por ello. Lo curioso es que cuando decidí dejar la música, esta se empeñó en no dejarme a mí y aquí sigo en la brecha. También me ayudaron mis amigos, bien supremo que debemos cultivar día a día, y mi familia, lo más importante en el mundo. Soy muy afortunado.

- Para terminar y aunque hemos tocado el tema por encima en otra pregunta; desde tu posición como Profesor de Composición Electroacústica en el Conservatorio Superior de Música de Canarias y como experto consultor artístico en Nuevas Tecnologías y Sociedad de la Información: ¿Qué piensas de la SGAE y demás entidades de gestión? ¿Canon a CDs? ¿Sabías que quieren extenderlo a las PDAs?

Las sociedades de gestión defienden un modelo de negocio anticuado que ya no me interesa en absoluto. En mi modesta opinión creo que no han sabido adecuarse a los cambios producidos en nuestra sociedad tecnológica (aunque lo han intentado) y puede que incluso se hayan vuelto perjudiciales para el hecho compositivo y creativo en sí mismo sin pretenderlo.

Sinceramente creo que tecnologías como Internet y los motores de búsqueda están imprimiendo una nueva concepción en lo que significa la información, la comunicación y el consumo en nuestro planeta. Las redes P2P, B2B, los blogs, las listas de correos, los portales y las webs personales han dotado a las nuevas generaciones de herramientas indispensables para su propia libertad de elección, su libertad de acceso a la información, su capacidad de comunicación y, en definitiva, su propia formación como personas únicas e irrepetibles.

Creo que un modelo como el que nos ofrece el copyleft está más en concordancia con este nuevo mundo, con esta filosofía, con estas maneras que propone la red de redes. Y sinceramente creo que el copyleft es la mejor opción actual para la evolución musical. Creo que el sistema arcaico, el derecho de autor tal y como se concebía en Europa o el copyright americano acarrean más problemas que beneficios tanto para el creador como para los usuarios. Además este sistema antiguo lo considero injusto, poco solidario y enriquece, incluso hasta 50 años después de la muerte del creador, a toda una serie de intermediarios y beneficiarios que poco o nada tienen que ver con el hecho creador en sí mismo interesándoles solo el beneficio económico en primera instancia y perjudicando en demasía al arte (salvo honrosas excepciones).

Pero no soy abolicionista y no tengo problema con que coexistan diferentes modelos y que cada uno elija libremente según su propio criterio. Tanto el creador como el consumidor.

Yo como creador solo hago ahora obras copyleft. Y estoy encantado porque realmente mi obra trasciende mundialmente y percibo ingresos razonables por mi trabajo. Tengo una media de 1000 entradas diarias en mi web y percibo ingresos por conciertos, encargos, talleres y por clases enseñando a las nuevas generaciones. No puedo ser más feliz. Pero también como consumidor me interesan las nuevas obras copyleft. Nunca me he bajado música de Internet con copyright (aunque pienso que en España se puede hacer porque existe la copia privada) pero por el contrario me bajo mucha música copyleft porque es donde ahora encuentro cosas realmente interesantes.

Si me permites otro ejemplo te diré que soy defensor del software libre. Estoy convencido que el software libre es mejor opción que el software con copyright. ¿Por qué pagar por un procesador de texto caro cuando encuentras mejores con licencias libres en la red? Pero cuando por cualquier razón necesito un software con copyright que hace algo especial y que quiero para mi trabajo, y si el precio es razonable, lo compro. Por ejemplo una herramienta que me encanta son los Pluggo, unos pluggins diseñados en Max/MSP y que venden la gente de cycling74 a precio realmente razonable. Pero lo curioso es que hay jóvenes que diseñan “pluggos” y los ponen gratis en la red y solo tienes que incorporarlos a tu carpeta de pluggins para disfrutarlos, como es el caso de los PeRColate.

También se está poniendo de moda que los creadores además de componer bajo licencia copyleft cuelguen en su web la programación en Max/MSP que han diseñado para desarrollar su trabajo y así compartirlo con otros creadores. Es sencillamente maravilloso. Es un fantástico nuevo mundo que gracias a las Nuevas Tecnologías podemos disfrutar, algo sencillamente impensable hace solo 20 años. Un nuevo modelo basado en la máxima “compartir es bueno” tal y como nos enseñaron nuestros padres desde que éramos niños en vez de “esto es mío y si lo tocas te la vas a cargar” como preconizan otros.

Sobre los cánones al CD, a la ADSL, los discos duros, las PDA y todo lo demás que pretenden implantar no puedo estar más en desacuerdo. Quieren aplicar modelos y sistemas antiguos a las nuevas tecnologías. Lo que les valía para el casete lo quieren aplicar a las PDA y a las ADSL como si fueran lo mismo. Este tipo de actitudes nos ha llevado a la ridícula situación de que cada vez que yo grabo mi música copyleft en un CD virgen le tengo que pagar a las sociedades de gestión un dinero que ni les pertenece ni gestionan. Hasta los juicios contra el canon, en los juzgados, se graban en CD y tienen que pagar canon a las sociedades de gestión. No hablemos ya de las fotos de nuestras vacaciones, los discos de backup, etc. Es kafkiano y surrealista. No puedo estar de acuerdo.

Pero cuando alguien dice que todas estas medidas son a favor “de los autores que en su 95% no consiguen obtener ingresos equivalentes al sueldo mínimo interprofesional” no entiendo nada. ¿No es ese 95% de autores a los que se les quitó su derecho a voto por no ganar suficiente dinero como para merecer tener en cuenta su opinión? ¿Por qué ahora se interesan por ellos? ¿No buscarán en realidad una supuesta representatividad ante la sociedad civil y política para hacer lo que les conviene a ese reducido núcleo de empresas y personas físicas que tienen voto?

No son más que conjeturas pero en todo caso, tal vez, todas estas medidas denigran nuestra imagen de creadores ante la sociedad haciéndola creer que estamos dispuestos a apropiarnos del dinero que no es nuestro.

Ante esta situación solo se me ocurre decir:

¡Por favor, no en mi nombre!