Canarias, agosto 2009
CARTA ABIERTA DEL MOVIMIENTO DEL DOS POR CIENTO PARA LA CULTURA EN CANARIAS DIRIGIDA AL GOBIERNO, LOS CABILDOS, LOS AYUNTAMIENTOS Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS DE CANARIAS
El Movimiento DOS POR CIENTO PARA LA CULTURA asiste con estupor al riesgo de deterioro de uno de los sectores económicos que ha demostrado mayor capacidad de crecimiento a corto plazo en número de empleos y empresas, aportación al PIB canario y diversificación de la economía con éxito constatable en las últimas estadísticas culturales en poder del Ministerio y el Gobierno de Canarias.
Existe la amenaza de que las políticas presupuestarias ante la crisis continúen incurriendo en el tópico desenfoque de confundir la Cultura con una actividad prescindible, secundaria, ociosa y elitista, ignorando que desde comienzos de esta primera década del siglo ya constituye, por derecho propio, una industria propiamente dicha, la industrial cultural de Canarias.
¿Por qué cabe desterrar, de una vez por todas, ese estereotipo de Cultura ajeno a criterios de rentabilidad económica, con evidente desconsideración hacia generaciones de artistas y creadores que ha dado esta tierra y que han aportado, además de prestigio y sabiduría, riqueza a nuestra sociedad? Porque, además de motor del conocimiento, la Cultura en Canarias es ya, en la actualidad, no sólo un bien preferente, sino un motor económico. Una industria.
Las razones que avalan la defensa del presente y el futuro de la Industria Cultural de Canarias son, como se desprende de los últimos datos del Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Cultura y otras fuentes propiamente locales, las siguientes:
1.- Los empleos generados por la industria cultural de Canarias crecieron de 14.700 puestos de trabajo en 2000 a 17.400 en 2007, último año del que se poseen datos irrefutables. Esto significa que en siete años la ocupación laboral debida a la Cultura aumentó un 18% (a razón de un 2,6% anual). La mano de obra dedicada a la industrial cultural canaria representa el 3% del total del empleo cultural del conjunto del Estado. No cabe ocultar, pese a este crecimiento, el malestar y la preocupación que existen en el sector, conciente de que en los tres últimos años de ese período (2005, 2006 y 2007) se perdieron puestos de trabajo, toda vez que en 2004 se alcanzó la cifra récord de 20.000 empleos en la industria cultural canaria, y en los tres años siguientes se quedaron por el camino 2.600. La falta de consignaciones presupuestarias y de una respuesta económica acorde desde los ayuntamientos, cabildos y administración autonómica ralentizó, desgraciadamente, un despegue mayor de toda la actividad.
2.- La Cultura es un motor económico en Canarias, como demuestra el número de empresas culturales, que no ha dejado de crecer: de 1.681 empresas en 2001 a 2.656 en 2008, y el último informe del Consejo Económico y Social de Canarias, que animó a su presidente, Fernando Redondo, a solicitar públicamente a las instituciones de la Comunidad Autónoma mayor apoyo para la locomotora económica de la cultura. El crecimiento de este sector emergente ha sido de casi 1.000 empresas en siete años (un 58%, el segundo más importante del Estado). Empresas (producción, luces y sonido, transportes, alojamientos, instaladoras de escenarios, seguridad, audiovisuales, publicidad, artes gráficas y diseño, etc.), la mayoría de ellas, que no cierran, que resisten los embates de la crisis, que no sólo conservan sino promueven nuevos empleos y que se caracterizan por factores que cotizan al alza en la economía moderna: no consumir suelo, no contaminar y favorecer indirectamente, como punta de lanza, a otros subsectores, como, en concreto, la restauración. Ni que decir tiene que la celebración de actividades públicas en recintos abiertos o cerrados (conciertos, espectáculos, conferencias, talleres, exposiciones, cine y otras ofertas) genera movilidad y, por consiguiente, toda una corriente espontánea de consumo urbano en restaurantes y locales de ocio, como vienen demostrando experiencias recientes en medio de una crisis que constriñe el gasto. Las empresas culturales de Canarias representan el 4% del sector en España, lo que sitúa a Canarias en el 8º puesto del ránking autonómico.
3.- El gasto en bienes y servicios culturales en el archipiélago aumentó entre 2001 y 2006 un 97%, por encima de la media estatal (91%). Concretamente, en 2006, el consumo en bienes y servicios culturales ascendió a 670,2 millones de euros, lo que significa que cada hogar canario gastó casi 1.000 euros (992 para ser exactos) en este renglón, el sexto puesto del Estado.
4.- En términos de aportación al Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma de Canarias, la industria cultural de las islas contribuyó en 2006 (último año del que se tienen datos) con el 2%. Es decir, la Cultura aporta más de lo que recibe de las arcas públicas, que en 2008 fue el 1,2% y en los Presupuestos de 2009 sufrió una sensible reducción del 12,5%, el mayor recorte de los que se registraron en el gasto por funciones de las áreas de las cuentas autonómicas.
Ante esta realidad (un sector emergente que acredita la conformación de una industria de rápido crecimiento durante el último decenio en número de empresas y empleo por encima de la media de todo el Estado), el movimiento del DOS POR CIENTO PARA LA CULTURA expresa públicamente su alarma ante el riesgo de que se siga despreciando la evidencia y se castigue nuevamente en los Presupuestos en fase de elaboración a una de las áreas económicas cuyo auge es, a estas alturas, incuestionable.
La industria cultural canaria se ha ganado un lugar propio y cada vez más destacado dentro de la economía de las islas y ofrece todo su potencial de crecimiento a la estrategia de diversificación y cambio de modelo de desarrollo del que se habla con mucho énfasis a raíz de la crisis, pero sin un decidido reconocimiento público por parte de las diferentes fuerzas políticas hacia esta actividad en particular. Y resulta necesario e inaplazable ese consenso que proteja y potencie, por una vez, a este sector con la misma voluntad y respaldo que se presta a otros sectores de la economía canaria.
Mientras los Presupuestos estatales aplican incrementos para Cultura aun en tiempos de restricción por la crisis económica, en las islas hemos sido condescendientes en 2009 con recortes severos en nuestras cuentas públicas (pese a que éstas aumentaron globalmente un 3%), a sabiendas de que el propio Presidente de Gobierno de la Comunidad Autónoma había abanderado, desde un principio, el objetivo de la reivindicación histórica del 2% para Cultura, y aplicado, en el primer ejercicio, un incremento hasta el 1,2% en esa dirección que culminaría antes del final de la legislatura.
La Cultura no puede ser el patito feo de los Presupuestos. Para la industria cultural canaria sería gravísimo que en los Presupuestos de 2010 se le infligiera otro recorte. Además de injusto (en 2009 sufrió un considerable sacrificio), estaría injustificado, toda vez que, como queda dicho, se trata, a todas luces, de un sector generador de empleo y riqueza. Y, como prueba del valor que esta actividad adquiere cada vez más en nuestro entorno, ha de saberse que la Junta de Andalucía acaba de aprobar un fondo de 10 millones de euros reintegrables para pymes culturales.
CARTA ABIERTA DEL MOVIMIENTO DEL DOS POR CIENTO PARA LA CULTURA EN CANARIAS DIRIGIDA AL GOBIERNO, LOS CABILDOS, LOS AYUNTAMIENTOS Y LOS PARTIDOS POLÍTICOS DE CANARIAS
El Movimiento DOS POR CIENTO PARA LA CULTURA asiste con estupor al riesgo de deterioro de uno de los sectores económicos que ha demostrado mayor capacidad de crecimiento a corto plazo en número de empleos y empresas, aportación al PIB canario y diversificación de la economía con éxito constatable en las últimas estadísticas culturales en poder del Ministerio y el Gobierno de Canarias.
Existe la amenaza de que las políticas presupuestarias ante la crisis continúen incurriendo en el tópico desenfoque de confundir la Cultura con una actividad prescindible, secundaria, ociosa y elitista, ignorando que desde comienzos de esta primera década del siglo ya constituye, por derecho propio, una industria propiamente dicha, la industrial cultural de Canarias.
¿Por qué cabe desterrar, de una vez por todas, ese estereotipo de Cultura ajeno a criterios de rentabilidad económica, con evidente desconsideración hacia generaciones de artistas y creadores que ha dado esta tierra y que han aportado, además de prestigio y sabiduría, riqueza a nuestra sociedad? Porque, además de motor del conocimiento, la Cultura en Canarias es ya, en la actualidad, no sólo un bien preferente, sino un motor económico. Una industria.
Las razones que avalan la defensa del presente y el futuro de la Industria Cultural de Canarias son, como se desprende de los últimos datos del Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Cultura y otras fuentes propiamente locales, las siguientes:
1.- Los empleos generados por la industria cultural de Canarias crecieron de 14.700 puestos de trabajo en 2000 a 17.400 en 2007, último año del que se poseen datos irrefutables. Esto significa que en siete años la ocupación laboral debida a la Cultura aumentó un 18% (a razón de un 2,6% anual). La mano de obra dedicada a la industrial cultural canaria representa el 3% del total del empleo cultural del conjunto del Estado. No cabe ocultar, pese a este crecimiento, el malestar y la preocupación que existen en el sector, conciente de que en los tres últimos años de ese período (2005, 2006 y 2007) se perdieron puestos de trabajo, toda vez que en 2004 se alcanzó la cifra récord de 20.000 empleos en la industria cultural canaria, y en los tres años siguientes se quedaron por el camino 2.600. La falta de consignaciones presupuestarias y de una respuesta económica acorde desde los ayuntamientos, cabildos y administración autonómica ralentizó, desgraciadamente, un despegue mayor de toda la actividad.
2.- La Cultura es un motor económico en Canarias, como demuestra el número de empresas culturales, que no ha dejado de crecer: de 1.681 empresas en 2001 a 2.656 en 2008, y el último informe del Consejo Económico y Social de Canarias, que animó a su presidente, Fernando Redondo, a solicitar públicamente a las instituciones de la Comunidad Autónoma mayor apoyo para la locomotora económica de la cultura. El crecimiento de este sector emergente ha sido de casi 1.000 empresas en siete años (un 58%, el segundo más importante del Estado). Empresas (producción, luces y sonido, transportes, alojamientos, instaladoras de escenarios, seguridad, audiovisuales, publicidad, artes gráficas y diseño, etc.), la mayoría de ellas, que no cierran, que resisten los embates de la crisis, que no sólo conservan sino promueven nuevos empleos y que se caracterizan por factores que cotizan al alza en la economía moderna: no consumir suelo, no contaminar y favorecer indirectamente, como punta de lanza, a otros subsectores, como, en concreto, la restauración. Ni que decir tiene que la celebración de actividades públicas en recintos abiertos o cerrados (conciertos, espectáculos, conferencias, talleres, exposiciones, cine y otras ofertas) genera movilidad y, por consiguiente, toda una corriente espontánea de consumo urbano en restaurantes y locales de ocio, como vienen demostrando experiencias recientes en medio de una crisis que constriñe el gasto. Las empresas culturales de Canarias representan el 4% del sector en España, lo que sitúa a Canarias en el 8º puesto del ránking autonómico.
3.- El gasto en bienes y servicios culturales en el archipiélago aumentó entre 2001 y 2006 un 97%, por encima de la media estatal (91%). Concretamente, en 2006, el consumo en bienes y servicios culturales ascendió a 670,2 millones de euros, lo que significa que cada hogar canario gastó casi 1.000 euros (992 para ser exactos) en este renglón, el sexto puesto del Estado.
4.- En términos de aportación al Producto Interior Bruto (PIB) de la Comunidad Autónoma de Canarias, la industria cultural de las islas contribuyó en 2006 (último año del que se tienen datos) con el 2%. Es decir, la Cultura aporta más de lo que recibe de las arcas públicas, que en 2008 fue el 1,2% y en los Presupuestos de 2009 sufrió una sensible reducción del 12,5%, el mayor recorte de los que se registraron en el gasto por funciones de las áreas de las cuentas autonómicas.
Ante esta realidad (un sector emergente que acredita la conformación de una industria de rápido crecimiento durante el último decenio en número de empresas y empleo por encima de la media de todo el Estado), el movimiento del DOS POR CIENTO PARA LA CULTURA expresa públicamente su alarma ante el riesgo de que se siga despreciando la evidencia y se castigue nuevamente en los Presupuestos en fase de elaboración a una de las áreas económicas cuyo auge es, a estas alturas, incuestionable.
La industria cultural canaria se ha ganado un lugar propio y cada vez más destacado dentro de la economía de las islas y ofrece todo su potencial de crecimiento a la estrategia de diversificación y cambio de modelo de desarrollo del que se habla con mucho énfasis a raíz de la crisis, pero sin un decidido reconocimiento público por parte de las diferentes fuerzas políticas hacia esta actividad en particular. Y resulta necesario e inaplazable ese consenso que proteja y potencie, por una vez, a este sector con la misma voluntad y respaldo que se presta a otros sectores de la economía canaria.
Mientras los Presupuestos estatales aplican incrementos para Cultura aun en tiempos de restricción por la crisis económica, en las islas hemos sido condescendientes en 2009 con recortes severos en nuestras cuentas públicas (pese a que éstas aumentaron globalmente un 3%), a sabiendas de que el propio Presidente de Gobierno de la Comunidad Autónoma había abanderado, desde un principio, el objetivo de la reivindicación histórica del 2% para Cultura, y aplicado, en el primer ejercicio, un incremento hasta el 1,2% en esa dirección que culminaría antes del final de la legislatura.
La Cultura no puede ser el patito feo de los Presupuestos. Para la industria cultural canaria sería gravísimo que en los Presupuestos de 2010 se le infligiera otro recorte. Además de injusto (en 2009 sufrió un considerable sacrificio), estaría injustificado, toda vez que, como queda dicho, se trata, a todas luces, de un sector generador de empleo y riqueza. Y, como prueba del valor que esta actividad adquiere cada vez más en nuestro entorno, ha de saberse que la Junta de Andalucía acaba de aprobar un fondo de 10 millones de euros reintegrables para pymes culturales.
2 comentarios:
Para recordar: La cultura es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explicitos o implicitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman. Como tal incluye costumbres, prácticas, códigos, normas y reglas de la manera de ser, vestimenta, religión, rituales, normas de comportamiento y sistemas de creencias. Desde otro punto de vista se puede decir que la cultura es toda la información y habilidades que posee el ser humano. El concepto de cultura es fundamental para las disciplinas que se encargan del estudio de la sociedad, en especial para la antropología y la sociología.
La Unesco, en 1982, declaró:
...que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas significaciones, y crea obras que lo trascienden.
(UNESCO, 1982: Declaración de México)
Otra confirmación que la política económica/social canaria de la cultura es completamente inadecuada y encima contraproducente frente a la crisis.
http://www.laprovincia.es/cultura/2009/09/11/cultura-america-europa-cultura-respuestas-crisis/256735.html
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